La Hipnosis como forma de conducta natural ha existido desde los orígenes mismos de la humanidad, con diferentes nombres a través de los tiempos, por cierto, pero siendo siempre un mismo fenómeno psiconeurofisiológico.
Hoy es entendida como un modo, un estilo comunicacional, un estado de receptividad específico y como una predisposición cognitiva a utilizar y optimizar los propios potenciales que cada persona posee.
La hipnosis es un procedimiento mediante el cual un profesional de la salud, un investigador científico o hipnoterapeuta, sugiere al cliente, paciente o sujeto experimental, cambios en las sensaciones, percepciones, pensamientos o conductas.
El contexto hipnótico es generalmente establecido por un procedimiento de inducción.
A pesar de que existen muchos y diferentes tipos de inducción hipnótica, la mayoría incluyen sugerencias para la relajación, la calma y el bienestar.
Instrucciones para que imagine o piense acerca de experiencias placenteras son comúnmente incluidas en la inducción hipnótica.
La gente responde a la hipnosis de diferentes maneras. Algunos describen la hipnosis como un atípico estado de atención focalizada o concentrada, en el cual se tienen sensaciones de mucha calma y distensión. Independientemente de como y en que grado cada persona responda, la mayoría de la gente describe la experiencia como muy placentera.
Algunas personas tienen una mayor respuesta que otras a las sugerencias hipnóticas. La habilidad de una persona para experimentar las sugestiones hipnóticas, pueden ser inhibidas por miedos y preocupaciones desprendidas de algunos frecuentes errores conceptuales respecto a la hipnosis. La hipnosis es un excelente método para reprogramar el subconsciente del paciente para cambiar malos hábitos puede ser usada en el tratamiento del dolor, depresión, ansiedad, estrés, trastornos por adicciones, y muchos otros problemas psicológicos y médicos.