Especializaciones

Cada paciente es único, así como cada proceso terapéutico. Este principio me llevó a perfeccionarme en diferentes áreas de formación psicológica, entre ellas destaco:

La psicología analítica o junguiana, la cual me entregó el marco comprensivo del ser humano. Este es un enfoque esencialmente humanista que considera al ser humano como trascendente y guiado por el principio de “individuación”,  el cual se refiere al proceso en que la persona se convierte en un ser individual, en su singularidad más interna, última e incomparable, es decir, en su  propio Sí-mismo.

Según el enfoque junguiano, en el proceso de individuación  es fundamental que la persona se conecte con su propio inconsciente pero también con el inconsciente colectivo. Este último es importante ya que contiene a los arquetipos: disposiciones con las que nacen los seres humanos, que son transmitidas de generación en generación y que se van llenando de contenido a lo largo de la vida de cada individuo. Por lo tanto, los arquetipos son guías dentro del proceso de individuación ya que permiten a las personas conectarse con sus potencialidades. Por ejemplo, si una mujer no ha tenido una madre,  puede acceder al arquetipo de la madre para despertar esa experiencia. Es decir, si por nuestras experiencias vitales no hemos podido desarrollar determinadas potencialidades, las podemos encontrar en nuestro inconsciente colectivo y así aportar en nuestro proceso de individuación, ayudándonos para ser seres humanos más plenos e íntegros.

Para conectarse con el propio inconsciente y con el inconsciente colectivo, la psicología analítica utiliza el análisis de sueños, ya que éstos son considerados como un “mensajero” entre el mundo inconsciente (individual y colectivo) y el consciente, permitiéndole a la persona comprender lo que le está pasando en su vida.

Al tomar la teoría junguiana como marco para comprender al ser humano, busco ofrecer en la terapia un espacio protector que permita a la persona internarse en su inconsciente para encontrar sus fuerzas sanadoras e integradoras que favorezcan su proceso de individuación, el cual es único para cada ser humano.

El psicodrama me permite encontrarme con el escenario interior de cada persona, ya que en palabras de Moreno, su fundador: “el psicodrama permite sondear a fondo la verdad del alma a través de la acción.” Gracias a este modelo puedo agregar elementos corporales en mis tratamientos, buscando que tanto cuerpo, mente y corazón se encuentren alineados y unidos, y de esta manera permitir que la espontaneidad fluya en el ser humano, base para la salud tanto física como mental.

Dentro de lo psicodramático he indagado en el psicodrama arquetipal, que es un área de comprensión del psicodrama creada por Niksa Fernández (analista junguiana y psicodramatista), en la cual se integra la mirada mítico-simbólica en la comprensión de la dinámica psíquica. Por lo que a través de un mito o un cuento, podemos acercarnos a lo arquetípico y realizar aproximaciones profundas y comprensivas de los procesos que puede estar viviendo una persona.

La Grafología analiza la personalidad a través de la escritura, por ello me sirve como técnica de diagnóstico, ya que me permite indagar en las fortalezas y debilidades de las personas.

Dentro de la grafología, existe una línea que me ha resultado especialmente interesante, que es la grafología analítica, ya que me permite interpretar los indicadores grafológicos a la luz de la teoría analítica, explorando el proceso de individuación de cada persona, analizando las características más conscientes, así como aquellas que pueden estar más sombrías, también me da cuenta de  los conflictos y temas que necesita profundizar o integrar. En ese sentido, la grafología analítica es un buen diagnóstico para comprender en qué está cada paciente.

Gracias a estas formaciones cuento con diversas estrategias que puedo poner al servicio del paciente, ya que finalmente éste y su personalidad serán quienes determinen la forma de afrontar su problemática.