Los Rostros de la Mujer Sagrada – LA HEROINA

Artículos Carolina Narea Agosto 11, 2013

Los Rostros de la Mujer Sagrada – LA HEROÍNA

Brunilda. Arthur Rackham

No supo cómo pero lo hizo. Aquello que parecía tan difícil de conseguir, ella lo había logrado.

El problema era ahora volver a lograrlo. Ya habían pasado bastantes años desde que logró esa gran meta en su vida: terminar sus estudios, y no dejaba de preguntarse ¿Cómo lo hice? ¿Cómo logré lo que quería cuando el contexto parecía tan adverso? ¿De dónde saqué la fuerza para derribar los obstáculos? No lo sabía, porque no reconocía en ella la capacidad de luchar por sus objetivos, no se reconocía como una heroína de su propia vida.

Tiempo después, en el espacio de la terapia, comprendió que sí lo era, si podía serlo, cuando ella quisiera. Solo debía volver a conectarse con la energía de su heroína interna, aquella a través de la cual, años atrás, había logrado terminar sus estudios.  Dentro de cada mujer habita una heroína. Aquella energía ancestral que nos permite conectarnos con nuestra fuerza guerrera para conseguir aquello que  más nos moviliza, sin importar lo difícil que sea. Te invito a conocerla y así, cuando la necesites, sepas cómo ser la heroína de tu propia vida.

¿Cómo es la HEROÍNA?

Juana de Arco. Dante Gabriel Rossetti

Como portadora de la energía guerrera, el arquetipo de la heroína nos conecta con nuestra fuerza interior combativa orientada hacia un objetivo, el cual, al igual que en el caso de Juana de Arco, parece difícil –o imposible- de alcanzar. Porque esta faceta de guerrera estratégica, sólo se despierta cuando ningún otro camino ha conseguido el resultado esperado. Ahí es cuando la mujer inicia su viaje heroico,  camino desconocido, con obstáculos y peligros.

Este arquetipo –al estar centrado en el logro de metas e ideales- conecta a la mujer con su fuerza de lucha pero también con su capacidad de pensar calculada y visionariamente para trazar el camino que la llevará hacia su objetivo. Cuando una mujer se conecta con su heroína, prima –por sobre el mundo emocional- el intelecto y la razón al servicio de la consecución de sus metas. La heroína, cuando en el ámbito laboral encuentra un ideal, también encuentra la motivación para dar todo de sí en su trabajo: pondrá pasión en lo que hace, pero al mismo tiempo mantendrá la cabeza fría para pensar estratégicamente.

En el ámbito de sus relaciones de pareja, ella buscará a alguien que también tenga metas claras y luche por alcanzarlas. En cuanto a la sexualidad, como este arquetipo está centrado en el logro de metas, ésta suele ocupar un plano secundario, dándole cabida solo cuando la incorpora como una práctica saludable de la cual se puede sacar beneficios.

Para la heroína la maternidad no es parte fundamental de su vida, pero, si llega a ser madre, animará a sus hijos a sobresalir y  a desarrollar al máximo sus capacidades, sobre todo aquellas que les puedan ayudar a tener poder en el futuro.

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Pallas Athenea, Gustav Klimt

¿Cómo despertar a nuestra heroína interior?

El arquetipo de la heroína lanza sus primeros destellos cuando las mujeres nos conectamos con nuestros ideales y somos capaces de luchar por ellos. Por ello este arquetipo se puede relacionar con la etapa de la adolescencia, cuando la joven está encontrando su camino, empieza a darse cuenta de las injusticias de la vida y desea hacer algo para revertirlas. Sin embargo, toda mujer, a cualquier edad, puede conectarse con su heroína, la cual despierta cuando descubre sus motivaciones más profundas, cuando la mujer se conecta con sus ideales, las causas que la movilizan y dan sentido a su vida.

Para despertar a nuestra heroína interior, las mujeres debemos primero tener claridad de lo que queremos para nosotras, conectarnos con nuestras metas y no desviarnos de ellas: ¿Qué es lo que quiero? ¿Qué me motiva? ¿Qué me mueve? Descubrirlo nos permite activar la iniciativa de conseguir aquello que queremos. El segundo paso es trazar la estrategia que nos lleve a alcanzar ese objetivo… es ahí cuando la heroína comienza a tomar forma.

La heroína: sus luces y sombras

El arquetipo de la heroína conecta a la mujer con su “ser en el mundo”. Su lucha está orientada a intervenir y ser un aporte en el mundo, Despertar a nuestra heroína interior nos conectará con una enorme energía de lucha que nos permitirá conseguir los objetivos que nos hemos propuesto, por muy difíciles que parezcan. Tendremos la fuerza para llevar adelante nuestro viaje heroico, y la mente fría para tomar las decisiones correctas y trazar el camino que nos permita llegar con éxito a nuestra meta.

Sin embargo, la energía de la heroína, llevada al extremo, nos puede llevar a ser muy duras con nosotras mismas y los demás. Vivir permanentemente desde nuestra guerrera, nos puede llevar a ser muy insensibles y descalificadoras con las otras personas cuando ellas dejan de luchar por sus ideales. Podemos volvernos muy frías y calculadoras, como si anuláramos todo lo afectivo. Vivir solo desde nuestros logros nos puede volver poco empáticas y cuidadosas de nuestros vínculos afectivos.

¿Cuándo sea necesario ¿cómo trascender a nuestra heroína?

Lo principal es mantenernos conectadas siempre con lo afectivo. No solo buscar ¿Qué quiero lograr?  ¿Qué me motiva?, sino también preguntarnos ¿Quién me importa? ¿A quién quiero? ¿Cuánto me he entregado a ese afecto? Se trata de no perder la conexión con lo afectivo. Así podremos mantener más fácilmente el equilibrio y evitar la tentación de perdernos en la consecución de nuestra metas.

Toda mujer lleva dentro de sí la energía de la heroína. Está ahí, en nuestro interior. No lo olvidemos para que, cada vez que la necesitemos, podamos convertirnos en las heroínas de nuestro camino.